La creación de este blog a sido idea de la profesora Esther para los alumnos de 1º de bachillerato para realizar nuestras tareas de la asignatura de CMC.

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miércoles, 20 de junio de 2012


5. La gestión de los residuos.

Otra causa que forma parte de la vida es la generación de residuos.
Al consumir sus alimentos, los animales desechan lo que no pueden  ingerir cuando están saciados.
Lo que consumen es  sometido a un proceso de digestión y metabolización. El ser humano no escapa a esta ley natural.
Unos de los problemas en la actualidad es el enorme volumen de residuos sólidos urbanos (RSU). Según datos del Ministerio de Medio Ambiente, en 1995 se generaron en España 15 millones de toneladas de  RSU; en 2006 se había elevado a 22 millones.
El resto se debe a tres causas:
·                   Los nuevos materiales.
·                   El exceso de embalaje
·                   El aumento del consumo, que supone la causa más importante.
El sistema tradicional de tratamiento de RSU se basaba en la recogida de la basura y su traslada un vertedero o su incineración.
Los problemas sanitarios asociados a este tipo de vertederos son graves: como consecuencia de la acción de las bacterias y de las altas temperaturas, la basura se descompone, produciendo lixiviados que se filtran  por el subsuelo alcanzando los acuíferos, y gases como metano y dióxido de carbono.
Esta clase de vertederos sigue siendo abundante en España. Los gobiernos han incluido entre sus prioridades su sustitución  por vertederos controlados, grandes agujeros cuyo fondo y paredes han sido impermeabilizados con arcillas compactadas. En estos vertederos la basura se va depositando en capas y se cubre con un manto de tierra para evitar la acción de las ratas y la proliferación de malos olores.
Además, desvía los lixiviados a una planta depuradora y el metano a una planta generadora de energía eléctrica.
La incineración puede ser una opción aceptable siempre que las plantas incineradoras extremen las preocupaciones para evitar la difusión de los productos  tóxicos resultantes de la combustión.
El futuro de nuestro planeta depende de nuestra capacidad para reciclar la totalidad de los RSU.
El primer paso, que han puesto a nuestra disposición puntos limpios y servicios de recogida a domicilio para los residuos tecnológicos, además de un número creciente de contenedores selectivos.

5.1. EL COMPOSTAJE DE LOS RESIDUOS ORGÁNICOS.

El compostaje era una práctica muy común en el mundo rural antes de que llegaran los modernos fertilizantes. Consiste en la descomposición de la materia orgánica  en condiciones de humedad y temperatura controladas.
El compost es un abono natural muy apreciad por los agricultores para potenciar la agricultura ecológica.
El problema del compostaje, es que es imposible garantizar que estén totalmente libres  de metales pesados y otras sustancias tóxicas.
Es muy fácil que en el proceso de separación se cuelen las pequeñas pilas de botón, que son tremendamente contaminantes por su contenido en mercurio.
Por ello, es fundamental no arrojar ningún tipo de pila o batería descargada a la  basura.
Las modernas plantas de compostaje cuentan con avanzados medios para medir la concentración de metales pesados  en los residuos que reciben.


5.2. EL RECICLAJE DE VIDRIO

Existe riesgo de que se agoten. Es muy importante  reciclarlo por dos motivos:

·         El vidrio es un material muy estable que tarda miles de años en descomponerse.
·         La fabricación de vidrio a partir de materiales reciclados requiere un consumo energético menor, con el consiguiente ahorro en combustibles fósiles y la reducción de emisiones de CO2

El proceso se inicia con la recogida selectiva y el traslado a la planta de reciclaje. Allí se lavan los envases y se desechan etiquetas, tapones… y se produce a una separación en función del color, ya que este es indicativo de una composición determinada.
Una vez realizada la separación, el vidrio es triturado hasta convertirse en un polvo fino denominado calcín. Los destinatarios son los fabricantes de envases de vidrio, quienes lo mezclan con arena, sosa y caliza y lo funden a unos 1.500ºC.
A partir de ese momento la fabricación del envase no se diferencia en nada  de la que es realizada con materias primas originales.


5.3. EL RECICLAJE DE PAPEL Y CARTÓN.

El proceso de reciclaje de papel y cartón es tan sencillo como el del vidrio.
Requiere de una recogida selectiva, lavado, eliminación de impurezas y separación; tras esta dase se muele el papel y se mezcla con agua para producir una pulpa que tras su prensado y secado se convierte en el papel reciclado.
Aunque, el reciclado del papel es más problemático que el del vidrio.
Ha sido imposible dar con un proceso de reciclado que produzca un papel de calidad semejante a la del papel fabricad con materias primas.
Además, con cada reciclaje las fibras de celulosa se deterioran, lo que hace necesario mezclar la pulpa de papel reciclado con celulosa fresca para garantizar una calidad mínima.
Pero las ventajas superan enormemente a los inconvenientes: el reciclado de papel contamina menos, consume menos energía, requiere una cantidad diez veces menos de agua.


5.4. EL RECICLAJE DE PLÁSTICOS.

La dificultad de reciclaje de los plásticos, por tanto, reside en su separación.
Los polímeros termoplásticos son fáciles de reciclar: basta someterlos a un proceso de triturado cuyo resultad final es la granza, virutas de plástico lisas para su fundido y moldeo.
Los polímeros termoestables son más problemáticos, ya que requieren un reciclaje a base de disolventes.
En la práctica separar los plásticos resulta costoso, lo que incide negativamente en sus posibilidades de reciclaje.
La madera plástica es un material cuyo termoplásticos se añaden pequeñas cantidades de madera.


5.5. EL RECICLAJE DE METALES

Otra actividad  que requiere una elevada inversión en materiales y mano de  obra, es la minería.
Las vetas de mineral no suelen ser demasiados grandes. Otro inconveniente de los metales son los riesgos laborales que conlleva su extracción.
El reciclaje de metales ha interesado siempre. Con mucha facilidad se recuperan los metales sin merma alguna de calidad y el precio  al que cotizan estos materiales ha hecho que el negocio de la chatarra, genere grandes beneficios. La preocupación por la sostenibilidad y la conservación del medio ambiente no ha hecho más que incentivarlo.
Las aleaciones ferrosas son  las más fáciles de reciclar: basta un electroimán para separarlos del resto de residuos metálicos; luego son fundidos, convertidos en barras.
Otros metales no cuentan con la ventaja del ferromagnetismo.
Uno de los más atractivos para los chatarreros es el cobre.
El plomo y el estaño son también metales muy fáciles de reciclar gracias a su bajo punto de fusión. Una vez derretidos se separan con facilidad del resto de impurezas.
El reciclaje del aluminio es más difícil. Su producción a partir del mineral de bauxita es bastante contaminante y exige un enorme consumo energético.
El mercurio es un material altamente contaminante, por lo que debemos sensibilizarlo para reciclarlo correctamente, prestando atención a los termómetros y las pilas de botón.



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